17 marzo 2008
Mas de Maiden en Buenos Aires
IRON MAIDEN – FERRO – VIERNES 7 DE MARZO DE 2008
Un estadio colmado, infinidad de remeras negras, un público heterogéneo, de la edad jurásica, media, presente y porque no futura se dieron cita, en la ya anticipada fiesta de la nostalgia metálica. Somewhere back in time Tour, es el título de la actual gira de Iron Maiden, es que todos extrañamos aquellos momentos del 1980 ú 1982 hasta el año 92, fueron diez años esplendorosos, de leyenda, con mística metalera, grandes canciones y con el metal sonando por todos lados. Es verdad que el mercado cambió, pero también lo es que la Doncella de Hierro no editó trabajos grandiosos a excepción de Brave New World del año 2000, matizado con los esperados regresos de Bruce Dickinson y el gran Adrian Smith.
Empecinados a repetirse a sí mismos, un mal que aquejó a muchas bandas (Scorpions al frente), no pudieron plasmar en un cd toda aquella vieja gloria… aún así sus presentaciones en vivo seguían siendo objeto de culto en gran parte de su público. Por esto y con gran acierto decidieron hacer un revival y regalarle a sus fans una dosis de su antiguo poder... conciertos con localidades agotadas en varios lugares del mundo y una gran expectativa fue el resultado de la tan bien titulada “Somewhere back in time tour”, todo esto acompañado con la reedición de LIVE AFTER DEATH en DVD doble.
Con toda esta magia rondando a su alrededor fue que arribaron al Estadio Ferrocarril Oeste, un sitio colmado como nunca antes los esperaba con esperanzas de ver un gran show... alguien quedo insatisfecho?
Pasadas las 20 hs. la banda de Lauren Harris se hizo presente sobre el escenario con una propuesta centrada en un hard rock setentoso, con reminiscencias a Sweet o New York Dolls por un lado y KISS y AC/DC por el otro, pero actualizado a los tiempos que corren. Acompañada con músicos correctos, sin una gran atención del público, sirvió solamente para apaciguar la espera.
Siendo las 21:30 hs, todo se apagó, y un gran telón de fondo con distintos dibujos de Eddie de la época de Powerslave acompañado de un escenario idéntico al World Slavery Tour se descubrió ante nosotros, las pantallas nos devolvían escenas de diferentes épocas, filmaciones, fotos, gloria pasada, gloria actual...... hasta que Wiston Churchill hablaba al pueblo inglés, y los Stukas caian presa del fuego aéreo inglés.....es que estábamos en el Live After Death!!!! Ni que hablar de arrancar con Aces High, tremendo! Un sonido perfecto, sin aturdes, sin zumbidos, espectacular... con la banda a tono, el terceto de violas tremendo, Harris en estado puro y Mc Brain marcando el tiempo.
Sin respiros el estadio vibró con 2 Minutes To Midnight, que espectacular verlo a Smith entrando con su viola en el solo, es que el tandem de violas anda muy bien, se coordinan bien las tres guitarras a la perfección y Adrian siempre fue mi favorito.
Casi sin respirar fue el turno de The Trooper, que gran clásico, se hizo presente el aletear de la bandera británica... enfundado Dickinson de soldado de fines de siglo XVIII, desgranó cada estrofa como si fuera la última... tremendo !!! Algo para destacar… Por un lado, el comportamiento del público frente al agitar de la bandera, es necesario ¿? No lo creo, ahora los Maiden ya sabiendo lo que pasó en el 2001, podrían evitarlo también, disfrazarlo, pero bueno es parte del show, quien quiera ir que vaya, quien se ofende, se quede en casa y evitamos reacciones. Digamos que fue menor la reacción, pero en lugar de insultar, denle la espalda y dejen a la gente que quiere disfrutar tranquila adelante, siempre pensando en nosotros mismos, ni en la patria, ni nada, tenemos mucho que aprender, por algo estamos como estamos.
Fue Revelations la encargada de descomprimir la situación, seguíamos asistiendo al Live After Death. Con Wasted Years nos acercamos más en el tiempo, nunca había escuchado esta canción en vivo, y la verdad fue emocionante poder escuchar y apreciar esta pequeña obra maestra compuesta por Adrian Smith.
The Number Of The Beast y Run To The Hills, sonaron atroces, que bueno escucharlas actualizadas como si el tiempo no hubiera pasado, con el público acompañando cada estrofa.
Gran acierto de devolver al ruedo a esa gran pieza maestra que es The Rime Of The Ancient Mariner, una especie de pequeña fabula metálica que brilla con luz propia y nos lleva por un viaje, algo larguito por momentos, en donde la fantasía se mezcla con el sonido de manera mágica, totalmente épico e inolvidable. Acá Dickinson volvió a tocar su vestuario esta vez enfundado con un saco, similar a un piloto para lluvia.
Powerslave sonó tremenda, siendo el momento de Murray, donde se luce con un formidable solo melódico y efectivo a la vez, Dickinson otra vez en revival, usó la máscara que tantas veces la vimos en fotos del Rock in Rio 85, en la Metal de antaño. El público agradecido.
Heaven Can wait y su clásico coro de cancha, donde como siempre suben invitados a cantar el “Dale Boo, Dale dale Boca, dale Boo”, esto lo vienen haciendo siempre, uno de los puntos flojos del set, podrían haber sido mas innovadores y agregar otra cosa, pero bueno a nadie le importó. ¿La perfomance? Impecable como toda la noche.
Can I Play with Madness, Fear of the Dark y Iron Maiden fueron el cierre de la noche. Fear of the dark aunque repetitiva, sonó apoteósica, es que una pieza mastodónica, donde se mezclan hasta toques progresivos y floydianos… acá, al fin se lució Janik Gers, bastante apartado del show y de la dupla Smith–Murray también, claro, entró en la banda tiempo después y fue la única concepción de su momento en la banda.
Iron Maiden fue acompañada por Eddie, esta vez en su versión cibernética, la de Somewhere in Time, quien luchaba con Gers incansablemente (algo tenía que hacer Janick).
Volvieron para el bis y nos voló a todos con la extrañada Moonchild con una introducción un tanto desprolija en acústicas de Dave Murray.
La ya desgastada The Clairvoyant fue la siguiente, acompañada de manera memorable por el público quien a ésta altura estaba tenía el corazón de lleno con la banda, olvidando ya el papelón del abucheo.
El cierre fue una fiesta ya que la vieja y siempre admirada Hallowed Be By The Name, fue la encargada un cierre, impresionante, totalmente emotivo. A destacar, el regalo de una parte del solo para Janick así poder destripar también.
Poderoso…. Apabullante… 1 hora y 40 de show, un set algo más corto que el general de la gira. La banda tuvo una entrega total, brillante, sin fisuras, a excepción de Nicko, quien si bien no es un baterista brillante, siempre tuvo actitud y onda para el escenario, esta vez esa sensación quedó en el camarín.
Un show sensacional y de las 5 veces que pude ver a Iron Maiden, ésta la pongo en segundo lugar… la primera fue el Rock In Rio 2001.
SET LIST
Aces High
2 Minutes to Midnight
The Trooper
Revelations
Wasted Years
The Number of the Beast
Run to the Hills
Rime of the Ancient Mariner
Powerslave
Heaven Can Wait
Can I Play With Madness
Fear of the Dark
Iron Maiden
Bis
Moonchild
The Clairvoyant
Hallowed Be Thy Name
MARCELO DIAZ
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