ALL AMERICAN MAN: The Starchild
El primero de los Eisen fue una hija llamada Julia, dos años más grande que Paul. Paul nació el 20 de Enero de 1952. "No recuerdo mucho de esos días, ya que sólo tenía ocho años cuando nos mudamos. Mi familia no tenía un buen pasar. Cuando tenía seis mi padre me compró una bicicleta, lo cual era la única cosa de valor que me habían dado. No éramos potentados, pero sobrevivíamos. Hubo momentos en el cual el dinero era escaso. En Manhattan los cuatro vivíamos en un departamento de un solo ambiente, mis padres dormían en el living y mi hermana y yo compartíamos la habitación. Mi padre se dedicaba a vender muebles y mi madre era maestra. Originalmente ella se había registrado como enfermera y además le enseñaba a niños con retardo. Finalmente se convirtió en una ama de casa tiempo completo."
Creciendo en un vecindario difícil de Manhattan "mi madre me enseñó que era importante hacerle saber a todos que no se metieran conmigo. No puedes dejar que nadie tome ventaja sobre ti. Como era judío, me metí en muchas peleas, y debía golpear a alguien si se pasaba de la raya. De pequeño me ponía muy firme y nadie podía lastimarme."
En 1960 la familia Eisen se mudó a Kew Gardens en Queens, no demasiado lejos de donde vivía la familia Klein. Para Paul Queens "era como el campo para mi. Porque había árboles afuera de la casa. Fue un choque cultural ya que nunca había visto crecer pasto enfrente de la casa. Montaba la bicicleta por la cuadra y contaba los árboles que había. Y las casas sólo tenían dos pisos de alto."
Es interesante remarcar que tanto Gene como Paul fueron solitarios en su juventud "Era un tipo callado, realmente no recuerdo por qué. Cuando estaba en el jardín de infantes decidí convertirme en el líder de la clase. Y era el líder. Fuera de eso, intentaba estar callado y sólo por mi cuenta. No era el más sociable. Creo que siempre supe que era una persona un tanto especial."
Para Paul, "la escuela fue una tortura. Tendía a ser rebelde, y tenía mis peleas por mi forma de ser en la escuela. Por eso ahora entiendo lo que pasan muchos niños. No era feliz porque no quería las mismas cosas que los demás sí querían. Y sus padres se apresuraban por conformarlos cuando los míos no lo hacían. Mis padres me dejaron hacer lo que quería. Ellos se preocupaban por mi educación, pero no eran tan estrictos. Quizás me dejaron hacer demasiado. No se si es la mejor manera. No me metí en muchos problemas, pero eso era parte de mi responsabilidad que me fue puesta sobre los hombros. Se suponía que era un tipo inteligente y sabía como ocuparme de mi mismo y no meterme en problemas. Pero si pasaba un poco la línea, allí estaban. Por ejemplo, una tarde, por cuarto grado, fui a la casa de un amigo y lo convencí para ir a jugar a pesar de que me dijo tenía que hacer la tarea. Fuimos a remontar mi barrilete, y lo hacíamos volar agarrado de nuestras cinturas. Llegué a casa muy tarde, cubierto de suciedad y se suponía que yo no lo había visto. Lo llamé hace unos años y el ahora es un optometrista. Casi todos los chicos de mi vecindario en Queens crecieron y se convirtieron en lo que sus padres querían que fuesen, mayormente abogados y doctores. Yo era una mala influencia, y en un pequeño vecindario, cosas como esas se esparcen rápidamente. Era el salvaje, y los otros padres sentían que era mejor que sus niños estuviesen lejos de mi. Así que tuve que encontrar formas de divertirme por mi mismo. A veces tenía mi socio en crímenes pero solía hacer las cosas por mi cuenta. Y era bueno en eso, y me volví cada vez mejor haciendo las cosas por mi cuenta. Yo estaba con otra gente, de cualquier clase, pero nunca hice nada que me metiera en problemas. Sólo que no encajaba. No fui a una escuela hebrea, no tuve mi bar mitzvah. Era el chico distinto."
En la escuela, a pesar de que no era el "típico", Paul usualmente era "la mascota de los maestros. Ellos sabían que era brillante aunque no obtuviese buenas calificaciones. Es sólo que no me hallaba haciendo el trabajo de competir por las calificaciones. Pienso que eran los padres quienes competían a través de sus hijos. En mi clase, el tipo que sacaba un 93 no era tan bueno como el tipo que sacaba un 95, y los padres del tipo que sacaba 95 eran mejores que los padres del que sacaba 93. Cuando lo intenté, lo hice bien pero muchas de las veces no lo intentaba. Mis calificaciones iban desde 35 en Español hasta 99 en Arte. Odiaba la competencia por las calificaciones. Sabía que era un error competir sólo para ser parte del grupo. Es una actitud inusual para un chico, pero sabía que muchos de los chicos eran infelices y no quería ser parte de eso. Pensaba que muchos de aquellos padres apestaban, y aún lo pienso."
"Mis padres querían lo mejor para mi. Ellos volvían de la reunión de padres con la maestra y me decían 'la maestra me dijo que eres muy brillante y que no estás usando la cabeza'. Y yo les decía 'Mañana voy a empezar a usarla'. Y eso se daba el último día. La culpabilidad era una gran herramienta que se usaba en los barrios judíos, pero no funcionaba conmigo."
A pesar del desinterés de Paul por la escuela, fue el talento artístico que él desarrollo allí lo que lo rescató de ser el "problemático". Paul piensa que "haber ido a la Escuela Superior de Música y Arte fue una bendición. Sin aquello, probablemente nunca hubiera pasado la escuela. Cuando tienes un talento la gente te da un poquito más de permiso para hacerte el loco, así que se nos permitía ser diferentes. Cuando fui a Música y Arte, mis cabellos pasaban mis hombros y vestía una campera de motociclista, pero eso era perfectamente aceptable porque era un excelente artista. Es desafortunado que necesites una excusa para ser distinto. Ser loco es divertido sólo si tienes un talento. No hay razones para que no seas un loco de todas formas. Es sólo libertad. De todas formas estaba mucho más feliz de ir a Música y Arte."
Mientras Paul estudiaba arte en la legendaria Escuela Superior de New York, fue la música lo que se convirtió en su verdadera diversión. "Estaba pegado a la radio y la televisión mirando 'American Bandstand' un show que Alan Freed tenía en New York. Mis primeros recuerdos, cuando tenía cinco o seis, es mirando Bandstand y soñando tener dieciséis y así poder ir a Philadelphia y bailar en Bandstand. Y desde que vi por primera vez el show es que quise ser un estrella de rock. Siempre."
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